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Creo que un mal día lo tenemos todos, y ayer, el destino, me eligió a mí, aunque pensándolo bien, no fue culpa del destino sino de la imprudencia, la cabezonería, la desorganización y... uno de esos días malos que tenemos muchas mujeres y que suponen un trastorno y cambio hormonal.
En fin, que ayer domingo por la tarde, harta de sol y harta de piscina, decidí dejar hecho un "Bizcocho Marmol" para los desayunos y meriendas de la semana, pero, como he dicho antes, no era mi día y ya empecé con mal pié, se me olvidó volcar el contenido del futuro bizcocho en la cubeta para hacer ahí la combinación del líquido normal y el chocolate, lo cual supuso, que al volcarlo de nuevo todo, se me mezcló irremediablemente, así que, ¡¡adios diseño del precioso Bizcocho Marmol!!... pero, ahí no terminó el desastre, de repente, una vez volcado y mezclado, recuerdo que no he untado la cubeta con aceite para que no se pegue el bizcocho, así que... vuelta a volcar el contenido y vuelta a mezclar aún más, si es que en un principio, algo se había salvado...
Bueno, ya con el subsodicho mosqueo encima y refunfuñando por toda la casa, sentada tranquilamente mientras esperaba el resultado...¡¡nooooo... la levaduraaaaaaa!!... demasiado tarde, ya podía ser peor el remedio que la enfermedad, llevaba ya 20 minutos de cocción, así que, ya no podía hacer nada, en fin, pensé, saldrá una especie de tortilla, brownie, bizcocho de chocolate.. y eso sucedió finalmente, eso sí, está riquísimo, el sabor no hace desde luego honor a su aspecto, y si añadimos que tengo una familia de glotones, y agradecidos, a pesar de su triste aspecto, les pareció exquisito, tanto, que esta mañana, apenas quedaba ya medio "Bizcocho".
Les compensaré esta semana con alguna originalidad suculenta...
En fin, que ayer domingo por la tarde, harta de sol y harta de piscina, decidí dejar hecho un "Bizcocho Marmol" para los desayunos y meriendas de la semana, pero, como he dicho antes, no era mi día y ya empecé con mal pié, se me olvidó volcar el contenido del futuro bizcocho en la cubeta para hacer ahí la combinación del líquido normal y el chocolate, lo cual supuso, que al volcarlo de nuevo todo, se me mezcló irremediablemente, así que, ¡¡adios diseño del precioso Bizcocho Marmol!!... pero, ahí no terminó el desastre, de repente, una vez volcado y mezclado, recuerdo que no he untado la cubeta con aceite para que no se pegue el bizcocho, así que... vuelta a volcar el contenido y vuelta a mezclar aún más, si es que en un principio, algo se había salvado...
Bueno, ya con el subsodicho mosqueo encima y refunfuñando por toda la casa, sentada tranquilamente mientras esperaba el resultado...¡¡nooooo... la levaduraaaaaaa!!... demasiado tarde, ya podía ser peor el remedio que la enfermedad, llevaba ya 20 minutos de cocción, así que, ya no podía hacer nada, en fin, pensé, saldrá una especie de tortilla, brownie, bizcocho de chocolate.. y eso sucedió finalmente, eso sí, está riquísimo, el sabor no hace desde luego honor a su aspecto, y si añadimos que tengo una familia de glotones, y agradecidos, a pesar de su triste aspecto, les pareció exquisito, tanto, que esta mañana, apenas quedaba ya medio "Bizcocho".
Les compensaré esta semana con alguna originalidad suculenta...